jueves, 30 de diciembre de 2010

Desde Ouaga, con amor

Hola!!!

Aquí estoy de nuevo, dispuesta a escribir nuevas experiencias, que no son pocas :-)

Lo primero que quiero hacer es desearos a todos/as un magnífico año nuevo 2011. Aunque ya os he enviado a todos/as (quienes me leéis aquí, y quien no, quienes estáis cerca y quienes no tanto, blancos y negros, quienes pensáis en mí y quienes no...) mi felicitación vía e-mail, la reitero aquí: que aprendamos todos/as a respetarnos y juntos/as conseguir un lugar más habitable, más "limpio" (en el corazón), más amable, para todos/as. ¿Utopía? ¿Sueño? Es posible, pero en en ese caso, no me despertéis...

Bueno, llevo en Ouaga desde el día 20. Aquí me reciben con los brazos abiertos, mi gente de aquí, que no son pocos (y van creciendo). El mismo 20 (lunes) por la noche, Ini (la Presidenta de la APFG) volvía de Europa. La idea era cenar con ella aquí, pero no fue posible. El frío que teneís por allí (¿queréis unos grados? ¡aquí vamos sobrados/as!) impidió que su vuelo llegara en hora debido a la nieve en los aeropuertos europeos y llegó de madrugada. Pero ¡ja! cuál no sería mi sorpresa cuando a las 8 de la mañana suena el telefonillo de mi habitación y me dicen "Madame Rodríguez, Ini Damien l'attend en reception". Voilà!!! Yo no sabía que ella dormía en el mismo hostal que yo, pero ella sí, así que me llamó para desayunar con ella. ¡Qué alegría verla de nuevo!!! Abrazos, besos y venga a darle a la "sinhueso" una hora. Hablamos de mi trabajo en Gaoua, de  todos los proyectos que tenemos en marcha o a punto de empezar, etc. Después ella se marchó a Gaoua y yo me quedé aquí, a la espera de que el 23 por la noche llegara Fernanda.

Hasta el miércoles 23, estuve paseando por Ouaga, con los amigos, o sola, hablando con unos, con otros. Aquí la vida es así. Todo el mundo está en la calle, y siendo tan blanquita de cara todo el mundo te da conversación. Mis amigos de aquí son unas joyas, pendientes de mí, que no me sienta sola. Ja! Imposibloe sentirse sola. Unos soles :-)

Llegado el 23, Fernanda debía de llegar a las 3 de la mañana (de 23 a 24), y mis amigos me dicen que vamos en comando al aeropuerto ¡guay!, así que se vinieron 4 de ellos conmigo, haciéndome compañía toda la noche, y a las 3, todos como un reloj al aeropuerto. Estamos en invierno también aquí, y aunque los días son muy calurosos, las noches son frías, y esa noche hacía una rasca de miedo, y el avión venía con retraso, pero todos allí, conmigo, esperando, hablamos, nos reíamos... Fernanda llegó a las 6 de la mañana. Wow!! Maletas, etc., llegamos al hostal sobre las 7, amigos incluidos, y entre unas cosas y otras nos acostábamos cerca de las 8. A las 12 venía Justin (nuestro "distribuidor" del materail médico aquí en Burkina) para recoger todo el material  que traía Fernanda, que era una barbaridad.

Total, que entre unas cosas y otras, llega la tarde y ¡¡hay que vestirse para la Nochebuena!!! Pues eso, sin apenas dormir, nos arreglamos y nuestros amigos nos llevan a cernar a casa de un familiar de uno de ellos. Super amables, cenamos, bailamos sin parar y luego nos fuimos de fiesta. Todo Ouaga está de fiesta. Aquí la Navidad se festeja igual que en España: villancicos, Belenes, gente en la calle, la familia, etc. Nos acostábamos muy tarde, pero lo pasamos MUY bien, salvando las ausencias de estas fechas, claro.

El resto de días los hemos pasado acompañadas. Fernanda se ha adaptado a la vida de aquí con una facilidad de pasmo. Yo, he de reconoer que me he relajado con algunas medidas "de seguridad", y Fernanda me dice que "no me reconoce". No hay que bajar la guardia!!! Con esto me refiero a que no me pongo el Relec casi ningún día (y hay mosquitos por un tubo), que me dejo el pasaporte siempre en el hostal (no pasa  nada, pero no debería ir indocumentada por el mundo, y estos días hay un policía en cada esquina con motivo de las fiestas, pero ¡se me olvida!), que como cosas que sé que no debo comer, y cosas por el estilo (lo de ir tres en la moto cuando no hay motos para todos ni mentarlo :P).

Total, que estamos "haciendo tiempo" para esperar a Amparo, que llega el día 1 y los amigos se ocupan de que no nos aburramos.

El domingo nos llevaron a ver los caimanes. Qué caña! Impresionante. Sentándonos encima haciendo fotos, mientras el "guía" le sujetaba el hocico con un palo. Una risa. Os cuento. Para visitasr los caimanes hay una tarifa de 1000 CFAs por persona. Hay un cartel con las tarifas escritas y pone eso, y debajo pone; "un pollo, 1000 CFAs". ¿Mande? Fernanda y yo nos miramos y nos preguntamos qué será eso, pero no se lo preguntamos a nadie. Tal y como funcionan aquí las cosas, Fernanda y yo pensamos que seguramente se tratará de que, al finalizar la visita, es la comida. Entonces, el guía nos preguntó si vamos a querer un pollo, y le decimos que sí, ya que igual luego tenemos hambre. Total, que pagamos y nos vamos a ver los caimanes, y el guía llevaba un pollo vivo en la mano. Fernanda y yo comentamos la jugada y pensamos, ya está, se trata de que al final nos lo cocinan. Claro, será eso. Y seguimos la visita. Tras ver al caimán sobre le cual nos sentamos, nos vamos al lago. Impresionante. Como en los dibujos animados. Atardecía y en el lago se veían unos ojitos que asomaban por encima del agua. Parecía que nos estaban esperando, ¡¡venga a venir cocodrilos y salir del agua!!! Qué caña, en cuanto te descuidabas tenías uno al lado que te miraba receloso, o a lo mejor es que la recelosa era yo, ¡je! pero vamos, que había que estar al loro. Pero ¡tate! que ahora viene lo mejor. Yo me lo perdí porque estaba pendiente del resto de cocodrilos, para que no se tomaran demasiadas confianzas, pero está filmado por un amigo. De repente, oigo un griterío de pollo a mi lado, me da un susto de muerte, pego un salto hacia atrás, me giro y ¡oh, mon dieu!! Todas las plumas del pollo saliendo de la boca del cocodrilo. Joder!!! Fernanda y yo nos descojonamos. ¡Ahora entendíamos lo del pollo!! ¡¡Era para el cocodrilo!!! Si luego puedo, pondré aquí el vídeo, pero uyuyuy.... Impresionante. ¡¡Adrenalina!!

Total, que fue toda una experiencia la relación con los cocodrilos,  nosotros rodeados por todas partes. Volvimos a Ouaga ya de noche y cubiertos de polvo de arriba a abajo (íbamos en motos por caminos de tierra). Lo pasamos bien. No he contado que la excursión la comenzamos 6 personas con 4 motos, que por el camino se estropearon dos motos; en la primera avería, pas de problèmes, porque aún teníamos 3 motos para 6, pero en la segunda avería, dos de nuestros amigos se tuvieron que quedar por el camino. Estando aún cerca de los cocodrilos, aparecen los dos de nuevo cargando en las manos un montón de piezas de la moto. Hay que verlo para creerlo. Venían con la moto a medio montar, juas. Fernanda me miraba descojonada y yo le decía "C'est ça l'Afrique!". Una risa.

Y llega el lunes. Fernanda y yo habíamos contratado una "excursión" al sur, a ver Tiebele, Po, y un parque natural con animalitos. Se vino un amigo con nosotras (Hamed) y nos lo hemos pasado en grande. El chófer era genial, y los 4 nos henmos reído mucho estos tres días. Hemos visto in situ cómo fabrican la "poiterie" (artesanía en barro). Ríete tú de los tornos. ¿Para qué si hay manos ágiles que hacen girar la pieza con una habilidadd de pasmo? Hemos tocado el djembé y bailado, hemos empujado varias veces el coche (un 4x4) porque no arrancaba, y hemos hecho de todo, pero lo mejor ha sido sin duda la visita a Nazinga, el parque natural. Mare de deu!!! 

Entramos con el 4x4, y a partir de determinado momento, el chófer nos dice que podemos subir arriba, al techo, para ver mejor a los animales. Nos dice que a lo meejor hay suerte y vemos elefantes de cerca ¡Ja! Y tan de cerca!!! Un guía del parque se sube al coche y nosotros tres (Hamed, Fernanda y yo) nos subimos arriba cámaras en mano. Empezamos a ver elefantes de lejos. Mogollón. A decenas. Estábamos los tres impresionados. Espectacular. Nos hinchamos a hacer fotos. Están a una distancia que nos permite verlos perfectamente. Vamos despacio, para poder tomar fotos, y a la vuelta de una curva, ¡¡wow!!! Una manada de unos 15 ó 20 elefantes, ahí mismo, a apenas unos metros, con las crías. Empezamos a hacer fotos como locos. Yo empezaba a estar un poco "acojonada", para qué negarlo. Impresionan mogollón tan cerca. Pero ¡tate!, que nos ven y empiezan a cabrearse (entendible sabiendo que van con las crías) y empiezan a amenzarnos gruñéndonos y levantando la trompa furiosos, ¡glups! Ay... Yo empiezo a dar golpecitos en el techo para decirle chófer "vámonos a la voz de ya!!!" El chófer no me escucha y el guía del parque parece no estar preocupado. Hamed está filmando y en el vídeo se me escucha todo el rato dar los golpeckitos en el techo "On y va! On y va!". Ni caso. Ay... De repente, los elefantes se cabrean más y empiezan a correr hacia el coche. "Cagá". Ahí ya no hay nada filmado (como para filmar estaba el asunto!). Cuando los elefantes arrancan a correr hacia nosotros, el guía ¡por fin! pega portazo a la puerta y el chófer arranca a toda leche y salimos arreando como alma que lleva el diablo. Dejamos atrás una polvareda que nos impide ver nada de lo que hay o no detrás. Vaya tela. Qué subidón! Pero lo mejor estaba por venir.Ay...  Unos metros más allá (no sé cuántos pero a mí me parecía que muy pocos), un 4x4 viene de cara. No cabemos los dos. Nos apartamos para dejarles pasar y nos dicen: "Cuidado!! Hay una manada ahí delante y un gran eklefante está parado en mitad del camino!". ¿Cómo? ¿Estamos rodeados? Yo estoy acojonada, pero me quiero hacer la valiente (ni de coña lo consigo ;-))
El chófer y el guía nos dicen los dos: ¡¡todo el mundo dentro del coche!!, así que Hamed, Fernanda y yo, obedientes,  nos bajamos del techo rápidamente y nos metemos dentro. A partir de ahí no hay ni fotos, ni vídeo ni nada de nada. Estábamos todos al tanto de ver qué pasaba y nos olvidamos de las cámaras. Continuamos despacio hacia adelante y, efectivamente, otra manada a unos pocos metros a la derecha, también con las crías, y un gran elefante a la orilla del camino (por lo menos no lo cortaba). El chófer para y todos esparmos Yo ni respiro mirando a los elefantes, a ver si se cabrean o no. Uyuyuy... El gran elefante que no se va y el chófer no se atreve a pasar. Esperamos, y esperamos... Yo, mirando hacia detrás, hacia adelante y rezándoles a todos los santos. Al final el guía dice al chófer "acelera  rápido y vamos a pasar". Ayayay.. Justo en el momento en que pasamos junto al gran elefante, casi le rozamos con el coche, se gira, levanta la trompa y casi le veo el ombligo. Vamos. ¡Un subidón de adrenalina que ni os cuento! A poco que empuje con la trompa vuelca el coche, evidentemete, pero  conseguimos pasar sin respirar (por lo menos yo ;-))

Yo todo era decir: ya he visto bastante elefantes ¡¡no quiero ver ni uno más!!! Ay... ya estábamos cerca del final del circuito y vimos más elefantes, pero ya en la distancia. Uff...  Yo ya no hablaba... La única que decía "estoy acojoná" era yo, pero no, no era la única que lo estaba. Luego hablando, todos estábamos igual. Uff...

Luego nos hemos reído mucho a costa de este epislodio, pero ¡ahhh, qué miedo!!!

Total, que ayer volvimos a Ouaga, descansamos, y hoy hemos ido de compras para ver si encontrábamos algún "modelito" para la Nochevieja, y ¡¡los hemos encontrado!! Así que ahora estamos descansado un poco antes de irnos a cenar.

Mañana es Nochevieja. Nuestros amigos ya tienen planes con nosotras y seguro que lo pasamos bien. El día 1 por la noche llega Amparo, y la idea es marcharnos a Gaoua el domingo para ya trabajar de  nuevo esta semana que entra.

En fin, que como veis, no me aburro, me lo paso muy bien y ya estoy preparando los cursos para impartir en Gaoua a partir de la semana que viene.

Tanto Fernanda como yo estamos perfectamente de salud, aunque mi garganta me está jugando alguna mala pasada. Desde Nochebuena la tengo "cascada" y, como diríais algunos/as de vosotros/as, me he "ritabarberizado". Entre que es mi punto débil, la cantidad de polución que hay aquí (especialmente el polvo en suspensión, que es brutal), y dado que vamos casi siempre en moto, pues eso, que mi garganta anda un tanto perjudicada, pero la ataco con propoleo y pastillitas Strepsils que me traje de España en previsión,de que esto pudiera pasar, y espero mejorar pronto. Ahora siempre voy con mascarilla cuando voy en moto (lo hace mucha gente) y voy a intentar cuidarla al máximo.

Y bueno amigos/as, que aunque os echo mucho de menos, aquí sigo encantada y feliz de compartir "vida", este tipo de vida aquí y con ellos/as. A veces pienso que debería ser "obligatorio" para todo el mundo viajar alguna vez a África, porque por mucho que yo cuente, por mucho que se vea en la tele, por mucho que se lea y que uno pueda imaginar, África no se puede conocer si no es viniendo aquí y "sintiendo".

Cuando iba a venir la primera vez a África en 2008, por más que Amparo me hablaba de esto y me contaba, y me enseñaba fotos, a mí me costaba mucho imaginar cómo podía ser esto. Cuando vine, lo supe: no podía imaginarlo porque sencillamente no es posible hacerlo. África no se puede imaginar, pero no lo supe hasta que estuve aquí; entonces dije : Voilà! Y África ya me atrapó para el resto...

Amigos, amigas, ¡os quiero!

Conitnuará...








5 comentarios:

  1. Qué guai!!!!, por lo menos en la distancia. Por cierto, quien me iba a decir que había cazalla y gintonis en la sabana......

    ResponderEliminar
  2. Feliz de leerte feliz. Continúa pronto. Más besazos

    ResponderEliminar
  3. Tú dices que fuiste a Äfrica en avión pero estoy seguro de que fuiste en una máquina del tiempo. Te leo y me da la impresión de que has rejuvenecido 30 años.

    Cuídate mucho y recuerda que los cocodrilos comen ranas.

    Un montón de besos.
    Miguel

    ResponderEliminar
  4. Por lo que veo y siento vas a acabar el año muy requetebién!
    Deseo que lo empieces mucho mejor.

    Besos a capazos.

    Mati

    ResponderEliminar
  5. Feliz Año Nuevo para ti también!!! que sigas disfrutando de tu sueño y nosotros compartiéndolo!!
    Besicos.

    ResponderEliminar