jueves, 6 de enero de 2011

Pasa la vida...



Hola hola a tout le monde!!!

Aquí estoy de nuevo en Gaoua, donde he retomado el trabajo.

Tras las aventuras con elefantes, caimanes y demás “bichos” africanos,  mi vida ha sido más apacible :-)

Volvimos de Nazinga (el parque natural) de cara a la Nochevieja. Una vez más, en esta noche tan señalada, nuestros amigos no nos dejaron tiempo para el aburrimiento o la nostalgia. Siempre pendientes de nosotras.

Llamé a mi familia cuando allí cambiábais de año (aquí entramos en el año una hora más tarde que vosotros/as) y, bueno, se me escapó alguna lagrimita (es ya mucho tiempo lejos de casa y de los míos), pero bueno, entra dentro del guión, así que, tras ello, y con nuestras mejores galas africanas, estuvimos cenando en casa de unos familiares de uno de nuestros amigos, después en otra (sí, cené dos veces ;-)) y el cambio de año nos pilló entre la salsa de cacahuete y el poulet. Besos y abrazos por todas partes y todos nos deseamos santé, longevité, prosperité, paix, amour, etc. Y bueno, luego hicimos lo que casi todo el mundo, me imagino, que fue irnos a bailar hasta la madrugada. Todo Ouaga estaba de fiesta. Lo pasamos muy bien.

Al día siguiente pasaba como en España ¡¡todo cerrado!! No encontrábamos donde comer nada, todos los maquis cerrados, nada en la calle. Oh la la!! Tenemos hambre!! Finalmente acabamos comiendo en casa de la familia de nuestros amigos J. Fantástica gente.

Ya por la noche fuimos a esperar a Amparo al aeropuerto. La recogimos, cenamos, hablamos mucho y a dormir. Al día siguiente Fernanda y yo nos veníamos de nuevo a Gaoua, ya que yo comenzaba de nuevo a trabajar.

Y así fue, el domingo, Fernanda y yo cogíamos el autobús de línea hacia Gaoua, tras pelear con uñas y dientes por un par de plazas en el mismo. Al final conseguimos dos asientos y tras 7 horas de viaje llegábamos de nuevo a Gaoua. Amparo se quedaba dos días más en Ouaga para hacer algunas cosas.

Y ¡oh sorpresa!! El lunes era fiesta en Burkina, así que no trabajé. Como me dieron la moto de nuevo (¡¡mi burra!!), aproveché para enseñarle un poco la ciudad a Fernanda. Estuvimos todo el día “de tranquis” paseando, etc.

El martes comencé el trabajo de nuevo. 12 alumnas para Excel básico. Una caña. Mi garganta, que estaba en proceso de recuperación, ha cascado de nuevo y ahí estoy a ver si no hay que amputar ;-)

Amparo llegó aquí a Gaoua el martes a mediodía y ¡¡oh la lá!! En el hotel me dijeron que, como éramos tres, me dejaban un coche!! Wow!! Me dieron un Vitara de hace unos 20 años calculo. Juas! Una caña, ya sabéis, dirección “insistida”, los frenos, a los que hay que pedirles por favor por favor que frenen, etc., pero de lujo. Así que una nueva experiencia: ¡conductora en África!

Estos dos días, mientras yo estoy en la APFG, Fernanda y Amparo están saliendo con otras mujeres a la “brousse”, bien para ver centros de alfabetización (como yo estuve visitando mis dos primeras semanas aquí) o bien para ver los viveros o los microcréditos, así que tampoco se aburren.

Por las tardes, cuando yo acabo de trabajar nos vamos a tomar una cerveza y ¡¡bailar!! Siempre encontramos un sitio u otro donde echar unos bailes antes de cenar. Luego caemos rendidas por la noche.

El otro día cenamos con Ini, la Presidenta de la APFG y estuvimos hablando largo y tendido de todos los proyectos que tenemos en marcha y de todo lo que se puede hacer ¡que es mucho! ¡Manos a la obra!

Este fin de semana queremos irnos a ver Bobo, segunda ciudad importante de Burkina, que está a unos 120 km. de aquí. En principio allí iba a estar también nuestro buen amigo Justin (del que ya he hablado otras veces, con quien fui a Arbollé, y “nuestro hombre” en Burkina  para el tema de los medicamentos y el material sanitario que traemos), pero hoy hemos sabido que no podrá ir. Él es exportador de chufa y la cosecha la tiene en Bobo. En estos días iba a enviar su contenedor a Europa a través del puerto de Abdiján (capital de Costa de Marfil), pero dada la situación del país vecino, no puede enviarlo. Si estáis al tanto de la situación, tras las elecciones del pasado 28/11 en Costa de Marfil, el país está al borde de la guerra civil, otra vez (la última acabó en 2007), con muertos todos los días, revueltas y una situación alarmante.
Total, que el puerto está cerrado y la situación comercial del país está bloqueada.

Os cuento todo esto porque forma parte también del día a día aquí, en esta parte del mundo.

Fernanda ya está, a falta de una semana para que regrese a España, llorando por las esquinas porque no quiere volver (una más enganchada al continente negro). A Amparo le quedan dos semanas aún. Yo seguiré aquí con el trabajo.

Aquí he aprendido que hay dos días en el calendario que no existen: ayer y mañana.

No me queda mucho más que contar por el momento. Sólo me queda advertiros de una cosa: ¡cuidado con lo que soñáis!! Cualquier día puede hacerse realidad y luego cuesta mucho despertar…

¡Os quiero!

Continuará…

3 comentarios:

  1. Nos queda por saber, entre otras cosas, si allí, dos de los reyes magos de las cabalgatas, se pintan de blanco.
    Besos desde un año nuevo que parece exactamente igual al viejo.

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  2. Ya me contarás qué cosas "raras" has comido :-)

    Que sigas disfrutando.

    Besos

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  3. Ahhh... ¡y no asustéis a los elefantes!

    :-P

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