Hace mucho, muchísimo tiempo que no escribo aquí, tanto como
tiempo ha pasado desde que dejé esta tierra para volver aquí de nuevo, al país
de los hombres (aunque yo prefiero hablar de personas) íntegros.
Mais de nouveau je suis là, año y medio después, con nuevas
ideas, nuevos proyectos y nuevas ilusiones.
Hace ya tres semanas que llegué y aún no había escrito nada,
pero “a petición popular”, voy a tratar de contaros cositas y, de algún modo,
sentimientos.
No ha pasado el tiempo, o quizás el tiempo se quedó colgado en
la rama de algún baobab despistado en esta sabana infame. Es como si no me
hubiera ido nunca.
Es difícil describir determinadas sensaciones, ya vividas, y
no por ello menos intensas. Los reencuentros, aya!!! (expresión burkinabé
incorporada de por vida a mi vocabulario). Cómo describirlos sin perder
intensidad… El gruñón de Thomas, en Gaoua, al que nunca le conocí una sonrisa, aunque
sí mucha generosidad escondida tras su faz un tanto arisca.
Nadie (o casi nadie)
me esperaba en Gaoua. Había mantenido mi llegada casi en secreto. Salvo
algunas mujeres de la APFG nadie me
esperaba en este rincón del sur de Burkina, al ladito de la frontera con Costa
de Marfil (país que también he tenido la oportunidad de conocer en parte hace
algunos días, pero ésa es otra historia que quizás -y sólo quizás-, contaré
algún día).
Pero estaba hablando de Thomas, el gruñón de Thomas.
Aaaaaya!!! La noche que me acerco a saludar a mis amigos de la que fue mi casa
durante cuatro meses hace ahora año y medo…, es de noche, le noir sur le noir
(como dicen aquí). Il me regarde, me mira, etoné, asombrado, Llanos!!!! Est-ce
que c’est toi??? Nooo, c’est pas
possible… Ríe, sólo ríe, me abraza, no sabe qué decirme, ríe, Thomas, el
gruñón, sólo ríe al verme, se le amontonan las palabras y ríe. Yo río, no puedo
dejar de reír. El gruñón de Thomas riendo… No tiene precio. Sólo por momentos
así vale la pena cruzar el Sahel.
Après Sié, el bueno de Sié, el eternamente amable Sié, que
sabía de mi llegada por alguien que se lo había chivado, me saluda, correcto,
muy correcto, sonriente, “ tu m’as beaucoup manqué”, me dice. Ahhh. No lloro
(por fuera) por vergüenza, pero lloro por dentro.
Ma famille africaine…
En la APFG, c’est la follie (la locura). Como decía, sólo
algunas de las mujeres sabían de mi llegada. Llego el primer día (a Gaoua, tras
algunos días ya en Afrique, mon Afrique)… Aaaaya!! Lianossssss!!! (Aquí soy Lianos, con “i”
latina). Abrazos, besos, risas… Y, ojo al dato, ¡¡¡saludos en perfecto
castellano!!! No lo han olvidado, la
mayoría recuerda perfectamente algunas de las cosas que les enseñé.
Vraiment estoy en casa, en familia (sin por ello olvidar a la de allá, a
mi mami, delicada de salud, a mi gente de allá… tanta gente buena entre buena
gente…).
Mención especial a mi amiga Djeneba. La llamo: “Je suis à
Gaoua!!!”. Como dice la canción: “si tú
me dices ven…”. A los pocos minutos el reencuentro, De nuevo abrazos, besos,
risas…
También voy a hablar aquí de Félix, mi amigo en la distancia,
mi amigo “virtual” en Ouahigouiya depuis…!!!!
(como dicen aquí). Nos conocimos en Ouaga hace un par de semanas, antes
de venir al sur, una cena entre amigos, Justin (“nuestro hombre” en Ouaga),
Nerea, Luis, Hamed, Asséto (la mujer de Félix).
Una velada… guay! (ahora no se me ocurre otro “palabro”). Todavía tengo
un compromiso con ellos (Félix, si me lees, cuenta con el “gateau”, díselo a
Asséto).
Y Bouba. Mi buen amigo desde hace casi 5 años (por cierto,
Félix, si me lees, que sepas que he sabido en estos días que sois buenos
amigos). ¡¡¡Qué alegría verte y causer avec
toi de touuuttt!!!
Bueno, podría pasar horas describiendo encuentros,
sentimientos y “otras zarandajas”, pero por hoy lo dejo aquí. En tres semanas
que llevo aquí, en Burkina, ha habido un poco de todo. No he hablado de
trabajo, mais c’est beaucoup!!! Como sabéis, hace poco que he arrancado con el
proyecto de escolarización de niñ@s en esta zona del país con “CIM Burkina: http://www.cim-burkina.com). He visitado
escuelas, he hablado con profesores, con directores de colegios, con padres (en
realidad, madres, ya sabéis que es la mujer la que mueve el mundo) y tengo
muchas cosas que contar al respecto, pero eso será otro día. La conexión a
internet no es fácil aquí y ¡¡¡me gustaría contar tantas cosas!! No adjunto
fotos porque la conexión est lente!!!). Eso sí, si queréis colaborar, no tenéis
más que entrar en la web … et voilà!!!
Otro día hablaré de cómo me ha impactado (hasta helarme la
sangre) saber (hoy mismo) que una de las hijas de mi amiga Djeneba ha sido
víctima de un intento de “secuestro” por parte de personas sin escrúpulos con
fines que prefiero no escribir, por lo menos por el momento, cómo me ha
impactado saber que hay niños que abandonan la escuela porque no soportan el
hambre durante la jornada escolar. Es largo y complicado de explicar, pero lo
haré, otro día, pero lo haré. Muchas cosas de las que hablar… La parte menos
amable de esta parte del planeta…
Amigos/as, gracias por estar ahí, por leerme, “pour m’encourager”… Abrazos varios y variopintos.
Continuará…